Siempre pensé que la confianza de una la crearía en quien aquella persona en la que se deposita... Pero no fue más que un maldito error...
No sirve de nada sentir algo por alguien que no comparte el mismo sentimiento
Prefiero no tener sentimientos, así no se desperdiciarían con quien no los merece
Prefiero no tener tiempo, así no lo desperciaré estando con quien no lo vale
Prefiero no tener vida, así las cosas serían mejores, tanto para mí como para otros
Prefiero un acto suicida...
Y así terminar con todo el sufrimiento...
~°~
No pude resistir más el sufrimiento de lo que parecía un sueño, pero tampoco quería despertar, estaba dormida tan cómodamente. Desgraciadamente la luz del sol cayó en mis ojos obligandome a despertar.
Al abrir los ojos sentí que un líquido entraba por ellos y me los tallé, intenté ver si podría abrirlos sin que el mismo líquido entrase por mis ojos, y sí lo logré, pude ver que este era sangre. Me asuste y me levanté de golpe. Me encontraba donde aparecí ayer, sólo que esta vez todo estaba lleno de sangre, incluyendome. No podía ver otro color que no fuera rojo.
Comenzé a caminar por el ensangrentado bosque, buscando a los animales que había visto el día anterior, para saber qué había pasado y si estaban bien. No tenía ni la menor idea de por dónde iba, ni si estaba pisando los "regalitos" del can. Cada vez hacía más frío. El miedo iba creciendo dentro de mí, apoderandose totalmente de mi cabeza.
-¿A quién buscas con tanto apuro? -preguntó una voz masculina detrás mío. Su voz era similar a una caricia, un dulce en medio de un montón de sal.
-No sé - mentí. El tipo de abrazó por detrás y me susurró algo al oído. No entendí muy bien lo que me dijo (no le puse atención, pues estaba atónita). - ¿Quién eres? - Estaba nerviosa.
-No puedo pronunciar mí nombre, así como tú no puedes pronunciar el tuyo - Acomodó su cabeza en mi hombro - Ayer me viste y me reconociste. Ayer te vieron y te reconocieron. Yo soy la respuesta que buscas. Aunque el hecho de estar aquí no significa que lo hayas resuelto, soy como una sopa de letras extremadamente complicado.
-¿Qué es lo que realmente quieres? - pregunté con frialdad, me solté de los brazos del joven y lo miré directamente a los ojos - Hay algo más, algo oculto en tus palabras.
-Existen preguntas que te llebarán a otras... - dicho esto desapareció y curiosamente comenzaban a oirse las voces de quienes buscaba gritando y preguntando por mí. De haber podido reaccionar, les hubiera dado una señal de dónde estaba. Dejé que ellos me encontrarán.
Ellos, al igual que el ángel con el que estaba no tenían ni la más pequeña mancha de sangre (El ángel se ensució al abrazarme, pero sólo fue por eso que se manchó). Todos me miraban (había más y diferentes animales) muy sorprendidos, ellos tampoco sabían el porqué de la sangre.
¿Porqué antes de que el ángel llegara a mí no había ni rastro de ellos? ¿Porqué cuando éste se fue llegaron como por arte de magia? ¿Porqué rayos estaba tan atónita?
-¿Ustedes saben quién era él? - A pesar de que no lo vieron, estaban seguros de quien hablaba, así que lo tomé como un "Sí, sabemos quién es él".
-Sé que existe, pero desconosco por completo su nombre. Una vez lo vi, hablé con él, pero jamás me dijo su nombre - me dijo el Ocelote - Yo creí que lo conocías.
-Según él, sí. Ayer lo vi y lo reconocí. - Por fuera parecía asustada y confundida, pero por dentro aún sentía esa bella sensación que me dejó su voz.
Miré al cielo en busca de la Luna o el Sol, pero el cielo estaba tapizado con nubes rojisas y cafesosas. Busqué el olor a naturaleza, pero solo estaba el de la sangre. Volví a buscar el color verde de los árboles, arbustos y cesped, pero sólo estaba el rojo.
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